En 2020, cuando la incertidumbre envolvió al mundo, los dulces momentos de mi niñez resurgieron como un reflejo de amor por los postre y la inigualable conexión emocional que despiertan. Fue entonces que Glass & Butter me recordó que los postres no son solo delicias, sino portadores de emociones, recuerdos y esa chispa de felicidad que todos necesitamos.
El nombre Glass & Butter es un homenaje a la esencia de nuestros postres. Para nosotros la vida es demasiado corta para limitar la alegría que los postres auténticos pueden brindar, y así es como la mantequilla y el azúcar se convierten en los cimientos, porque un gran postre es aquel que está lleno de sabor, riqueza y alegría.
Te agradecemos profundamente por elegirnos.